28 de enero de 2013

A tí que no estás

A tí, que ya han pasado dos años pero sigues estando presente en mi parte emocional. No es que te recuerde a diario, afortunadamente eso ya no sucede pues no podría llevar una vida "normal". Si eso aún sucediese me pasaría la mayor parte del tiempo triste y añorando aquello que duró tan poco y me llenó tanto.


Duró poco y a la vez mucho, una eternidad. ¿Cómo contabilizas lo que dura un abrazo lleno de sentimientos? No, no se trata de medir el tiempo. Cierras los ojos, y sientes...te dejas llevar y sólo sientes. Esos instantes, ya sean segundos o minutos, contienen tanta carga de energía en ese momento que creo que no somos capaces de medir algo así. Esa energía puede ser amor, cariño, deseo, o una mezcla de varias cosas, pero para mí es lo que resume y explica porqué seguimos a la búsqueda de pareja o al menos de momentos con otra persona que de alguna manera nos haga vibrar, al nivel que sea.

Un mes, eso duró, pero no pude contar cuántos besos, abrazos, roces de piel...eso no pude contarlo porque lo que sentía estando contigo no me dejaba razonar, sólo era capaz de sentir. No recuerdo si alguna otra vez me sentí igual de valorada. Me hiciste sentir hermosa, en toda la extensión de la palabra, por dentro y por fuera. Valiosa, preciosa, sexy, y tantas otras cosas condensadas en ese poco tiempo que no puedo evitar seguir recordándote en cada nuevo intento de conocer a alguien.

No, no es justo, las comparaciones son odiosas, dicen, pero somos humanos y es muy complicado no recordar a alguien con quien vibraste al mismo son. Igual que en el baile, o llevas el mismo ritmo o la cosa no termina de cuadrar.

A pesar de ser una historia con fecha de caducidad desde el comienzo, a pesar de todos los impedimentos que mi mente, lo más racional posible, me daba, no pude evitarte en el camino y la verdad es que tampoco quise. De nuevo me fié de mis tripas y cogí el boleto ganador. Sabía que era temporal, pero ¿acaso no lo es todo, incluso la vida? Cogí el boleto ganador porque sólo de esos instantes están hechos los recuerdos, lo que queda al final...la vida, en definitiva.

Sigo buscando mi mejor pareja de baile, de ese baile, pero incluso cuando la encuentre permanecerás en un rinconcito de mi ser más íntimo, como creo que tú debes hacerlo ahora conmigo.

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